NUEVAS IGNORANCIAS, NUEVAS ALFABETIZACIONES
Las nuevas ignorancias requieren de nuevas alfabetizaciones de los ciudadanos.
En un futuro no lejano, el mundo tendrá que resolver desafíos derivados de grandes ignorancias actuales.
Un desarrollo sostenible demanda una nueva concienciación ambiental, cambio en los modelos de consumo y en los valores de convivencia.
Es necesario reconstruir el mundo no solo física o ambientalmente sino sobretodo culturalmente.
El mundo cambia, la realidad se transforma, nuevos retos y desafíos aparecen alrededor nuestro, nuevos ámbitos en el entramado social desconocidos hasta el momento se hacen presentes entre nosotros... y mientras tanto nuevos temas, cuestiones nuevas, nuevos planteamientos, nuevos problemas para los que no estamos preparados, nuevas ignorancias, otean en el horizonte y atenazan al ciudadano actual.
El fenómeno de la globalización ha comportado la aparición de nuevas formas de ignorancia. Ante estas ignorancias debe plantearse la necesidad de nuevas alfabetizaciones o maneras de educar y de difundir el conocimiento para que la convivencia entre individuos y colectivos en un mundo globalizado se rija por el respeto y la comprensión.
Ya en el Fórum de Barcelona, en las sesiones de apertura del diálogo Nuevas ignorancias, nuevas alfabetizaciones celebrado en septiembre del 2004 y organizado por la UNESCO, la mayoría de los ponentes coincidieron en señalar que, en un futuro no lejano, el mundo tendrá que resolver desafíos derivados del choque de grandes ignorancias. La ignorancia desempeña un papel fundamental en el origen de los conflictos, en detrimento del choque de civilizaciones. El director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, identificó cuatro tipos importantes de ignorancias actuales: la ignorancia de la diversidad, la ignorancia del otro, la ignorancia de la ética y la ignorancia del futuro. Matsuura considera imprescindible «luchar contra la ignorancia» para «erradicar los conflictos». En este sentido, señaló que la presencia de estas ignorancias estimula «la aparición de incomprensiones, estereotipos, prejuicios y xenofobia». Desde la UNESCO se apuesta por impulsar un nuevo concepto de enseñanza holística e interdisciplinaria, que fomente la educación en valores y defienda la diversidad cultural. Según Matsuura, «se trata de que este modelo no se limite a la lectura y a la escritura, sino que favorezca nuevas formas de aprendizaje que integren el saber, los valores y las capacidades necesarias en la vida de cada persona y en la vida comunitaria».
Ignorancia de la diversidad
El primer panel del diálogo, con el título de «Nuestra historia común: globalización y memoria», giró en torno al concepto de historia global. Los ponentes coincidieron en señalar que existe una dialéctica entre la memoria y la historia. La concentración de determinados acontecimientos históricos en territorios determinados ha provocado que el resto del mundo no tenga, en la actualidad, la misma importancia geopolítica. Se destacó también la importancia de ver la historia como un proceso transversal e interrelacionado. Esta perspectiva implica entender la historia, tanto la propia como la del otro, para conocer y poder comprender la complejidad contemporánea. Por todo esto, los expertos consideran que el conocimiento de la historia no debe limitarse al ámbito académico, sino que debe incorporarse a la cotidianidad. Con respecto a la conexión entre la globalización y la historia, los expertos consideran que los cambios provocados por la primera son tan rápidos que desafían las identidades. En este sentido, hace falta que éstas se mantengan, ya que son el hilo conductor que enlaza el pasado, el presente y el futuro. Además, son fruto de la influencia e interacción de varias culturas.
En el segundo panel del bloque, dedicado a analizar la ignorancia del otro, se debatió sobre el aprendizaje de vivir en común mediante las artes y las lenguas. Los expertos reconocen la existencia de una cultura acumulada a lo largo de los tiempos, pero se cuestionan de qué manera será transmitida, dado que en la actualidad las personas han pasado de la cultura tradicional a la cultura visual basada en todo tipo de pantallas y de gran influencia. Los expertos también consideran que el mundo está dividido y que esta división es consecuencia del hecho de que hay países que poseen la información y hay países que no tienen acceso a esta información; realidad que provoca grandes desigualdades en términos de analfabetismo. En esta línea, se destacó el papel de las artes como elemento dinamizador en la educación . Otro aspecto importante para los ponentes es la preservación de la identidad cultural de las poblaciones indígenas, que en muchos casos se ven afectadas por los conflictos internos de los países donde habitan.
Ignorancia del otro
Los paneles dedicados a analizar la ignorancia del otro, tenían como objetivo luchar contra los estereotipos y debatir sobre la relación entre la aparición de nuevas discriminaciones y la educación para los derechos humanos del siglo XXI. En relación con las nuevas formas de discriminación, se destacó el hecho de que el proceso de globalización no sólo no encuentra solución a las antiguas situaciones de discriminación, sino que añade nuevas; entre otras, fenómenos ligados a los descubrimientos en genética, a los movimientos migratorios masivos, a la sexualidad, a la orientación sexual de las personas, a las discapacidades, a las tecnologías, a Internet y a la seguridad de los ciudadanos. Se trata de nuevas realidades que implican la aparición de nuevas discriminaciones y la consiguiente vulneración de los derechos humanos. Pese a la aparición de todas estas formas de desigualdad, los tres ámbitos en los que el incumplimiento de los derechos humanos es más grande son el económico, el sociocultural y, por último, el civil.
A lo largo del cuarto panel se describió la globalización de los medios de comunicación como un fenómeno ambivalente puesto que, a la vez que favorece los intercambios y las interacciones, genera simplificaciones y estereotipos. En este sentido, consideran que esta dinámica es especialmente preocupante en el medio televisivo, dado que, «los colectivos con menos recursos son los que consumen más televisión». Por todo esto, los expertos destacan la importancia de que los medios de comunicación sirvan para educar a las nuevas generaciones teniendo en cuenta las características culturales del contexto en el que se encuentren, mediante programaciones que permitan apreciar las similitudes y diferencias entre las personas y que difundan la interdependencia entre ellas.
Ignorancia del futuro
En el quinto panel sobre el desarrollo sostenible, una de las principales cuestiones que surgió fue que es necesario responder a las necesidades de las actuales generaciones sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para cubrir sus necesidades. La solución consistiría en una mayor concienciación ambiental y en compromisos por parte de los gobernantes. Asimismo, los expertos coinciden en abogar por un cambio en los modelos de consumo y en las prioridades a la hora de escoger valores de convivencia.
El sexto panel sirvió para que los ponentes discutieran el concepto de pueblo-escuela global y las implicaciones que conlleva. Para llegar a un pueblo-escuela global, los expertos consideran que en el siglo XXI ya no sólo es necesario reconstruir el mundo físicamente, sino que es necesario reconstruirlo culturalmente. Esta reconstrucción tendría que llevarse a cabo con una visión holística y ecológica al mismo tiempo, dado que actualmente la realidad se caracteriza por una creciente fragmentación, especialmente en el mundo occidental. Los ponentes coincidieron en señalar a Internet como el nuevo espacio de aprendizaje que permitirá la aparición de comunidades de creación de conocimiento y como el espacio en el que dominará la cultura de la innovación. Sin embargo, consideran que es necesario revalorizar críticamente la tecnología y tener en cuenta que en la actualidad las personas se encuentran en pleno período de aprendizaje electrónico.
Ignorancia de la ética
En el séptimo panel se dialogó sobre la relación entre la ética y la ciencia. En este sentido y teniendo en cuenta la cantidad y calidad de los adelantos científicos contemporáneos, se reivindicó un debate profundo sobre la producción y la aplicación de estos adelantos, dada la creciente pérdida de confianza de los ciudadanos en la ciencia. Según los expertos, los encargados de contrarrestar esta desconfianza hacia la ciencia deberían ser los científicos y los políticos. Por otro lado, consideran imprescindible fortalecer el papel de la ciencia para conseguir un mundo más equitativo, próspero y sostenible. Este esfuerzo requiere un compromiso a largo plazo entre todas las partes implicadas —sectores privados y públicos—. Del mismo modo, también se coincidió en la necesidad de una educación ética y en una reactivación de ésta para que la gente la conozca y la aplique, tanto en su vida personal como en la laboral.
El último panel del diálogo, el octavo, se centró en la resolución y reconciliación de conflictos. Los expertos expresaron la necesidad de que, para promover la cultura de la paz, las personas deben aprender a vivir juntas, no tanto desde una perspectiva teórica, sino desde una perspectiva práctica de supervivencia, del día a día. Del mismo modo, todos los ponentes coincidieron en afirmar que el diálogo es la herramienta básica para lograr la reconciliación y la paz.
Adaptació i síntesi a partir de: Fórum Barcelona 2004
Fórum diálogos