Estamos en un momento crucial en el desenvolvimiento de la conciencia humana. La creciente crisis de Sentido es uno de los aspectos que caracteriza a nuestros tiempos. La vida del ser humano cobra irradiación, plenitud, en la medida que puede saberse y sentirse canal viviente de esa Voluntad Mayor que se despliega en el universo. Necesitamos un cambio de conciencia, de visión, de pensamiento.
La ciencia ha ido demasiado lejos al desmantelar la creencia del hombre en su grandeza espiritual... y le ha inculcado la creencia de que es simplemente un animal insignificante surgido por casualidad y necesidad en un planeta insignificante perdido en la gran inmensidad cósmica...
Hay creencias religiosas, pero también las hay científicas, filosóficas y relativas a la esfera de la vida cotidiana... Con nuestras «creencias» damos un sentido a la vida que nos toca vivir, a cada una de las cosas que experimentamos. Estos sistemas de «creencias» determinan el estilo de vida que llevas. Son la base sobre la cual cada individuo construye su concepción de la realidad.
La Shoah, una devastadora experiencia que el pueblo judío ha experimentado crudamente en sus propias carnes a lo largo de su historia y que ahora el gobierno israelí aplica despiadadamente a todo el pueblo palestino. Un rincón del planeta donde el ser humano es despojado -provisionalmente- de su más elemental «humanidad». Hay muchas formas de matar a inocentes: niños, mujeres, enfermos, ancianos... El ataque contra un grupo humano equivale a atentar contra la más elemental «humanidad».
¿Seres humanos completos? El hecho de ser un «homo sapiens» no me convierte automáticamente en un ser plenamente «humano». ¿En qué consiste ser, llegar a ser, cada vez más plenamente “humanos”? En el interior de cada uno de nosotros se libra una dura batalla entre las fuerzas instintivas procedentes de nuestra «animalidad» y la tendencia «humanizante» también presente en lo más íntimo del corazón de cada ser humano.
El aprendizaje más importante en la vida de todo ser humano: el relativo al arte de «ser» y de «vivir». Convertirse en «persona» significa aprender a ser uno mismo. Ser «auténtico», ser libremente lo que uno es, expresarse de forma espontánea y auténtica, es lo que se propone una persona evolucionada y es el mayor regalo que nos pueden hacer y que nosotros podemos hacer a los demás.
La calidad de las relaciones interpersonales es un determinante fundamental del bienestar subjetivo. El amor es una cuestión de apego y vinculación emocional. El amor nos lleva a crear lazos emocionales con unos pocos individuos elegidos que nos ofrecen un refugio seguro ante las tormentas de la vida. El amor tiene una inmensa capacidad para ayudar a curar las devastadoras heridas que a veces la vida nos inflige. El amor también potencia nuestro sentido de la conexión con el mundo...