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Medios de comunicación: las modernas lavadoras de cerebros

¿Para qué se utilizan, cómo se utilizan, qué papel o función se les hace cumplir... en qué se han convertido?

La conformación, modelado, domesticación de las opiniones públicas, una de sus grandes finalidades.

  • El papel que están jugando los medios de comunicación en la conformación de la opinión pública, por el enorme poder mediático que ejercen, necesitan una seria crítica.
  • Una veintena de grandes conglomerados de comunicación mundiales controlan buena parte de la información y la opinión publicada en el mundo.
  • ¿Quién selecciona esos tertulianos omnipresentes en determinados medios y bajo qué criterios?... Porque algunos nos los encontramos hasta en la sopa. En ocasiones esos medios se convierten en una ficción de prensa libre y en correa de transmisión de intereses previamente determinados por sus propietarios.
  • Algunas opiniones recogidas en twitter sobre los medios de comunicación en España:

    Medios... de deformación de masas. En España solo hay medios de manipulación, no de información. Pregoneros reales al servicio del sistema heredado. No es periodismo es acción panfletaria de intoxicación y desinformación. El sistema económico controla el poder político, el judicial y los medios son suyos. El periodismo sin ética ya es frecuente en la democracia consolidada y avanzada. En este país la prensa ya no es más que propaganda porque los medios hace tiempo que son de parte.

En el ámbito informativo nos encontramos también en una encrucijada: u optamos por la honradez, la objetividad y la veracidad en el tratamiento de la información o nos decantamos por la tergiversación, la manipulación, la falsedad e incluso la mentira. La disyuntiva con la que se encuentran los diversos medios de comunicación es pues la siguiente: o se ponen al servicio de una comunicación objetiva y veraz o se convierten en maquinarias de manipulación y propaganda al servicio de determinados intereses espurios. El papel que están jugando hoy los medios de comunicación en la conformación de la opinión pública, por el enorme poder mediático que ejercen, necesitan una seria crítica. En la práctica los medios de comunicación se han convertido en grandes estructuras empresariales mediante las cuales se intenta condicionar, conformar, modelar y decantar la opinión pública. Debemos tomar consciencia, pues, hasta qué punto si nos descuidamos y no nos defendemos el ciudadano corriente, condicionado inconscientemente por esos medios, termina pensando, diciendo y opinando, lo que esos medios deciden.

Los grandes medios de comunicación en su gran mayoría se han convertido hoy en grandes maquinarias creadas para el control de la información. Ese control se ejerce en las diversas fases del proceso informativo: selección, jerarquización, difusión, transmisión, etc. Pluralidad de medios, propiedad, función social, intereses, etc. son algunos de los aspectos sobre los que el conjunto de la opinión pública debe estar formada, si no quiere estar expuesta a que inopinadamente le hagan pasar gato por liebre.

Control de mentes Existe una pluralidad y diversidad de medios. Pero esa diversidad y pluralidad de medios es solo aparente. Una fachada que nos impide ver la cruda realidad: los grandes medios que controlan la información están concentrados en poquísimas manos y son esos medios, sirviendo a sus propios intereses, los que decantan la opinión pública creando y generando interesadamente opinión y estados de ánimo entre la población.

Propiedad de los medios. Los grandes medios de comunicación más allá de informar y formar se han convertido en magnos grupos mediáticos cargados de intereses al servicio del establishment político-económico-oligárquico. Cada día se hace más patente que quien de verdad tiene poder, poder real para cambiar las cosas, no son tanto los representantes políticos elegidos democráticamente por los ciudadanos sino los grandes poderes económicos que nadie ha elegido. Últimamente el supuesto "Cuarto Poder" se ha convertido más bien en una extensión del poder financiero. Conviene conocer quiénes son los propietarios para conocer realmente quien mueve los hilos de cada uno de estos medios. A menudo se convierten en correas de transmisión mediáticas de inconfesables intereses particulares, creando todo un entramado y una estructura empresarial, administrativa y personal a su servicio. Consejos de administración, consejeros delegados, directores de periódico, presentadores o conductores de tertulias y programas de debate, a menudo se convierten disimuladamente en portavoces de la voz de su amo.

Función social. A menudo los grandes medios más allá de realizar su verdadera función social de contribuir a informar, entretener y formar se convierten en una industria al servicio de la manipulación y la mentira. La realidad que nos cuentan nos la ofrecen interesadamente aliñada, manipulada, distorsionada, alterada, tergiversada, parcializada, sesgada, al servicio de intereses de parte. En el caso de España actualmente esto resulta clarísimo, ya que los medios de comunicación en manos del IBEX se han convertido en una pata más de una estrategia de Estado contra, por ejemplo, el independentismo catalán. Grandes Medios de comunicación están jugando un papel indecente creando en la opinión pública el clima necesario para criminalizar opciones políticas y conculcar derechos y libertades básicos como el derecho de manifestación, expresión, participación política, etc. como conocemos bien por lo ocurrido en Cataluña. Un "a por ellos" del conjunto del establishment tiene lugar cada día en tertulias, informativos, portadas y editoriales a fin de decantar la opinión pública española hacia determinadas tesis y posicionamientos oficiales.

Contra el intento de manipulación: denuncia, conocimiento y formación. Un buen servicio al gran público y muy esclarecedor para la ciudadanía consiste en difundir los entresijos del entramado empresarial en relación al control de la información, su selección, administración y difusión que de esa información hacen los grandes medios de comunicación, desvelando quiénes son sus propietarios y a qué intereses responden. Así se comprende más claramente quién está detrás de esos medios, la línea editorial que siguen y los patrocinadores de los programas informativos y de opinión de radio y televisión en nuestro país. Es imposible entender el posicionamiento de algunos conductores, presentadores, directores de programas de prensa, radio y tv y sus respectivas líneas editoriales sin conocer cuáles son sus amos y a qué intereses sirven. Por ello es indispensable que el gran público conozca quién está detrás de cada uno de estos medios (T5, A3, 13TV, Cope, El País, ABC, El Mundo, la Razón, OK Diario, Confidenciales ...). Algunos de esos grandes medios españoles se han convertido en la brunete mediática de los intereses de los poderes fácticos del Estado, en los instigadores y en los voceros de los intereses económico-financieros del IBEX-35, de la narrativa oficial o en ocasiones en cómplices del silencio mediático, la intoxicación informativa o la propaganda partidista.

Pornográfica la actitud que adoptan algunos de ellos en algunos programas de debate y opinión en relación a los intentos de conformación, manipulación, intoxicación, decantamiento, domesticación de la opinión pública española mediante la, en ocasiones, determinación de la agenda mediática, de los contenidos, selección de los contertulios restringida a un muy reducido espectro ideológico, pretendiendo dar apariencia de pluralidad, etc. Descarado el intento de manipulación y la comedura de coco por parte de algunos de esos medios, sobre todo del ámbito privado, que obviando la función social al servicio de la verdad y la objetivad informativa, se han convertido en trituradoras de la información, en las modernas lavadoras de cerebros, los grandes “comedores de cocos” de la sufrida ciudadanía española. Un reducido grupo de personajes por todos conocidos conductores, presentadores de espacios informativos y de opinión, directores de periódicos, tertulianos de quita y pon, algunos de verdadera brocha gorda, colaboradores ocasionales copando esos medios en los que la pluralidad y el verdadero contraste de pareceres deja mucho que desear. Una pregunta inocente: ¿quién selecciona esos tertulianos y bajo qué criterios?... Porque algunos nos salen hasta en la sopa. Algunos de esos programas se convierten en una ficción de prensa veraz, objetiva y libre, y algunos de esos tertulianos en ocasiones convertidos en elementos de agitación y propaganda partidista, de tergiversación de la realidad, con los que cada día tenemos que desayunar y presentes día sí y día también en las pantallas o en las ondas, marcando las agendas informativas, suministrando puntos de vista tendenciosos e información no siempre veraz, sesgada e interesada, emitiendo juicios particulares de parte, cuando no emponzoñando o simplemente intoxicando y crispando con insinuaciones veladas, creando opinión y conformando el clima y el ambiente mediático adecuados para justificar determinadas posiciones que poderes del Estado o poderes fácticos puedan adoptar.

Medios de comunicación y entramado político. La creación de la sabiduría convencional. En opinión de Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas, una manera en que los ricos y superricos influencian a los partidos políticos es mediante la financiación de think-tanks, de grupos de investigación (sobre todo dedicados a temas económicos) y revistas “científicas”, y otras instituciones que reciben donaciones de superricos y de sus instituciones, que declaran como filantrópicas y, con ello, reciben ventajas fiscales, con subvenciones del erario público. Ni que decir que todas ellas tienen como una función muy importante el crear un clima político, intelectual y cultural afín a sus intereses y que se presente y se perciba como “la sabiduría convencional del país” (es decir, lo que es respetable y lo que no lo es en el lenguaje y argumentario político hegemónico). Los ricos y superricos influencian a los partidos políticos es mediante la financiación de think-tanks, de grupos de investigación (sobre todo dedicados a temas económicos) y revistas “científicas”, y otras instituciones que reciben donaciones de superricos y de sus instituciones, que declaran como filantrópicas y, con ello, reciben ventajas fiscales, con subvenciones del erario público. La elaboración de esta sabiduría convencional se distribuye por los medios de información (que son también medios de persuasión), en los que los superricos tienen también una enorme influencia, bien porque son sus propietarios o bien a través de su financiación, directa o indirectamente, mediante anuncios y otras relaciones comerciales que pueden alcanzar dimensiones de gran importancia para la supervivencia de éstos. Esta situación, por cierto, es incluso más acentuada en España, donde el abanico ideológico de los medios es sumamente limitado siendo, en su gran mayoría, medios de centro-derecha y de derecha, con algunos claramente de ultraderecha. No existe ningún gran medio radiofónico o televisivo en España que se pueda considerar de izquierdas. En cuestiones económicas, el dominio de los articulistas que, consciente o inconscientemente, reproducen la ideología de los superricos -el neoliberalismo- es muy grande, casi absoluta.

Nos hemos preguntado ¿qué podemos hacer los consumidores de esos medios para seguir luchando contra los intentos de manipulación de la opinión pública y en favor de la preservación de nuestra libertad y autonomía? ¿Es posible hacer frente a la influencia de esos grandes conglomerados mediáticos? ¿Es posible contrarrestar “el relato” que construyen e intentan imponer los medios del IBEX gracias a una enorme cantidad de recursos económicos destinados a ellos? Lamentablemente esto no se soluciona cambiando de canal o dejando de leer según qué periódicos. Creemos que es imprescindible organizarse y hacer frente, desmontar mentiras y señalar la profunda anomalía democrática que representa un sistema mediático concentrado en manos de fuerzas con unos intereses particulares muy marcados.

Por su alto interés informativo y formativo y para comprender cómo se conforma la opinión pública española bajo el control, influencia y tendenciosidad de los grandes medios ofrecemos un extracto del artículo titulado “Grandes medios de comunicación: de quién son y a quién se deben” publicado por Sergi PICAZO en http://opcions.org y cuya referencia para su lectura completa la encontrarán al final de esta página. En él se hace un análisis de los grandes medios de comunicación que controlan la información a escala mundial, nacional o local, el entramado empresarial, quiénes son sus propietarios, etc. a partir de lo cual resultará más comprensible para el ciudadano medio quién está detrás de cada medio, marcando su posicionamiento político y los intereses a los que sirven…

¡Contra el intento de manipulación mediática, la tergiversación y la mentira, hagámonos respetar! El conocimiento y la toma de conciencia del entramado mediático y la presión a la que los ciudadanos estamos sometidos en el manejo de la información por parte de los grandes grupos mediáticos, puede ser un buen inicio y un primer antídoto para no dejarnos fácilmente manipular…

Grandes medios de comunicación: de quién son y a quién se deben (*)

Sergi Picazo. Periodista. Socio fundador de "Crític"
  • El 70% de la oferta comunicativa global está en manos de solo seis grandes grupos mediáticos.
  • El 80% de las audiencias de televisión y radio en nuestro país dependen de cuatro consejos de administración. En Cataluña, la propiedad de los medios ha sido relativamente más plural y diversa.
  • La banca tiene un peso notable en el accionariado y el gobierno de los grandes grupos de todo el país.
  • Los grandes medios de comunicación (el "Cuarto Poder") se han convertido en una extensión del poder financiero, al servicio del establishment político-económico-oligárquico.

Los grandes medios de comunicación sufren un proceso de concentraciones y fusiones, fruto de una crisis que ha provocado pérdidas millonarias. El origen de la crisis es triple: la disminución de ingresos por publicidad, el bajón de la prensa en papel y la pérdida de credibilidad ante la ciudadanía. Los grandes grupos mediáticos dependen cada vez más de la publicidad institucional –poder político– y de la financiación directa o indirecta de la banca –poder económico– para mantenerse vivos. Los proyectos periodísticos independientes todavía no han conseguido superar en cifras de lectores o subscriptores a las grandes cabeceras tradicionales que dominan el mercado desde hace cuarenta años. En el caso de Cataluña, los grandes medios que se pueden consumir están en pocas manos y, sobre todo, destaca el poder de cuatro grandes grupos: Prisa, Godó, Prensa Ibérica y Mediapro, una de las productoras audiovisuales de más volumen de Europa.

La mayoría de grandes medios han vuelto a los números verdes gracias, sobre todo, a la financiación –o condonación de créditos por parte de la banca –privada, pero también de los institutos públicos de crédito, como el Instituto Catalán de Finanzas.

La crisis a partir del año 2008 dejó tocado el sistema de medios de comunicación en todo el Estado. Decenas de empresas tuvieron que cerrar o fusionarse y miles de periodistas fueron despedidos. Los ejemplos más destacados son la instauración de un oligopolio televisivo básicamente en manos de dos grandes empresas privadas –Atresmedia y Mediaset–, la desaparición del Grupo Zeta como referente de la prensa en Cataluña, la conflictiva fusión de los dos periódicos históricos del catalanismo –El Punt y Avui–, el cierre de la mayoría de periódicos gratuitos y, finalmente, la desaparición de buena parte de las televisiones, radios y revistas locales. A pesar de la explosión de nuevo medios digitales, con docenas de pequeños proyectos, la gran tendencia es otra: la concentración de la propiedad en pocas manos.

Seis grupos controlan el 70% del negocio global

Los grandes conglomerados mediáticos del planeta están concentrados cada vez más en pocas manos. Los seis grandes conglomerados transnacionales –aunque todos tienen sede en Estados Unidos– son Time Warner, Disney, NewsCorp (recientemente fusionada con 21st Century Fox), NBC Universal, Viacom y CBS. Si en los ochenta había cincuenta grandes empresas en los Estados Unidos que controlaban el 90% del sector, en la actualidad esta cantidad se había reducido a seis.

Los seis supergigantes de la comunicación controlan el 70% del negocio en todo el planeta

Los seis supergigantes de la comunicación controlan el 70% del negocio en todo el planeta y son propietarios de unos 1.500 periódicos, 1.100 revistas, 2.400 editoriales, 9.000 emisoras de radio y 1.500 cadenas de televisión. “Ellos son los que deciden qué tenemos que ver en la televisión, cuál es la agenda y qué tema es más noticia que el resto”.

En Europa, los grandes grupos multimedia son hoy el alemán Bertelsmann, la británica BBC, los franceses Vivendi y Lagardère, el italiano MediaSet (fundado por Silvio Berlusconi) o el español Prisa. Y en América Latina, destacan cuatro grandes conglomerados más: Televisa en México, Globo en el Brasil, Clarín en Argentina y el Grupo Cisneros en Venezuela, además de los intereses de empresas españolas de comunicación como Prisa.

En la era de la revolución tecnológica, también han entrado en el mercado mediático, sobre todo el audiovisual, los gigantes de Internet como Google, Facebook , Amazon, Yahoo! o Microsoft. “Hay un auge de la compra de medios de comunicación históricos por parte de multimillonarios −a menudo del ámbito de los nuevos ricos globales del mundo tecnológico o del sector financiero”. (Salvar a los medios de comunicación, de Julia Cage)

Se están produciendo inversiones de millonarios para impulsar nuevos medios de comunicación críticos con el poder político

También se están produciendo inversiones de millonarios para impulsar nuevos medios de comunicación críticos con el poder político. El fundador de eBay, Pierre Omidyar, ha invertido casi 250 millones de dólares en la creación de First Look Media, una operación híbrida que combina una redacción sin ánimo de lucro y una empresa de tecnología con ánimo de lucro, y que cuenta con periodistas como Glenn Greenwald, conocido por haber publicado el caso Snowden, y el medio de periodismo de investigación The Intercept. Una de las grandes fortunas francesas, Xavier Niel, es coaccionista de Le Monde y Le Nouvel Observateur y también ha invertido en el medio independiente de izquierdas Mediapart. En el Estado español, el caso más similar sería el de Jaume Roures, uno de los fundadores de Mediapro, que a título personal ha invertido, primero en el periódico en papel Público y, después de su desaparición, es uno de los inversores del digital Público.

El sector mediático español, también muy concentrado

Un informe realizado en 2016, revela que un altísimo porcentaje de las audiencias de radio y televisión en el Estado español dependían de un número reducido de grandes grupos mediáticos. En el ámbito televisivo, los dos grandes conglomerados privados –Mediaset y Atresmedia– seleccionan lo que ve el 58% de la audiencia y, además, se llevan el 89% de los ingresos por publicidad de la televisión en formato abierto. Recordemos que el momento clave para los medios privados en España fue el permiso concedido por el gobierno del PSOE a tres nuevos canales de televisión privada en los noventa: Antena 3 (ahora en la órbita de Planeta y, anteriormente, controlada por la exempresa pública Telefónica), Tele 5 (vinculada con el empresariado italiano), y Canal Plus (un canal de pago inicialmente con apoyo francés y del Grupo Prisa). En el caso de la radio, el informe denuncia que son el grupo Prisa (Cadena SER), la Iglesia católica (COPE), Planeta (Onda Cero) y el grupo Godó (RAC1) quienes deciden lo que escucha el 80% de la audiencia total de la radio española, y controlan el 97% del mercado. Hagamos el simle ejercicio de identificar en la imagen que sigue la "órbita" en la que se encuentra un determinado medio de comunicación y entenderemos muchos de sus posicionamientos.

Grandes medios de comunicación

Sin embargo, podemos decir que son tres los grandes grupos mediáticos privados españoles que por volumen de negocio, por su influencia política y por la audiencia de sus medios, están devorando buena parte del pastel en todo el país.

Grupo Prisa. Las joyas de la corona del grupo mediático español más potente son el periódico El País, el deportivo As y la Cadena SER. Tiene centenares de empresas comunicativas y editoriales −como Santillana−, y actualmente mantiene presencia en 23 países, sobre todo en Latinoamérica. La familia Polanco había sido la propietaria del periódico El País (había llegado a poseer el 70% de las acciones). Actualmente, el poder en Prisa se encuentra dividido entre las inversiones de fondos de inversión internacionales como Ambar Capital Telefónica o bancos como el HSBC y el Santander. En los últimos tres años, el grupo editor de El País ha perdido más de 430 millones de euros.

Grupo Vocento. El Grupo Vocento es fruto de la fusión de varios medios con una larga historia detrás. El grupo Prensa Española, vinculado a la familia Luca de Tena, monárquica y conservadora, tiene su origen en la fundación del periódico ABC a principios del siglo XX. El grupo Correo, vinculado a la familia Ybarra, buque insignia de la burguesía vasca. Vocento controla actualmente una docena de periódicos regionales en todo el país y, además de varios canales de televisión local. En total, Vocento tiene más de cien empresas dedicadas al mundo de la comunicación.

Grupo Planeta. Planeta es la décima empresa editorial del mundo y en la última década se ha convertido también en un imperio mediático gracias, sobre todo, al control de Atresmedia, una de las dos patas del duopolio televisivo español. En el ámbito de los medios, es el accionista de referencia de Atresmedia (Antena 3, La Sexta, Neox, Nova, Mega y Atreseries; Onda Cero, Europa FM; La Razón…. la familia Lara (propietaria del grupo). Posicionamiento de en contra de la independencia.

Caso de Cataluña: monarquía absoluta del Grupo Godó

El actual sistema de medios de comunicación en Cataluña, surgido durante la Transición y en el marco de una Generalitat autonómica, está en crisis. Después de tres décadas de crecimiento y estabilidad, la crisis socioeconómica y nacional ha afectado de lleno al establishment de los medios. El bipartidismo mediático-constitucional liderado por La Vanguardia (Grupo Godó) y El Periódico de Catalunya (antes Grupo Zeta, ahora Prensa Ibérica) y la alternativa de medios con una línea editorial más sensible al independentismo como El Punt Avui y Ara tienen problemas financieros para expandirse ante los retos globales, del crecimiento del castellano en Internet y para frenar la caída de lectores de la prensa en papel.

La mayoría de actores mediáticos privados y públicos actuales relevantes aparecen en Cataluña al final de los años setenta o principio de los ochenta: en prensa, El País y su importante edición catalana, El Periódico, Avui, El Punt; en radio, Catalunya Ràdio; y en televisión, TV3. Durante los años ochenta y noventa se impone también en Cataluña un ecosistema comunicativo en castellano gracias a la inversión pública estatal (Televisión Española y Radio Nacional de España) o inversiones privadas tanto en prensa (El País o El Mundo, sobre todo) como en radio (la SER, la COPE, Onda Cero) y televisión (Antena 3, Tele5 y Canal Plus).

Cinco grupos mediáticos se reparten casi el 60% de los 31 millones de euros que la Generalitat destina a publicidad institucional

Cinco grupos mediáticos se reparten casi el 60% de los 31 millones de euros que la Generalitat destina a publicidad institucional y, además, se llevan una buena parte de las subvenciones del gobierno catalán para publicar en lengua catalana: el Grupo Godó (líder en audiencia a través de La Vanguardia en papel y RAC1 en radio), El Periódico de Catalunya, el Grupo Hermes (editor de El Punt Avui, controlado por un empresario gerundense que fue senador por CiU), Edición de Prensa Periódica Ara SL, que publica el periódico Ara (propiedad de varios accionistas, entre los cuales destaca actualmente Ferran Rodés, vicepresidente de Havas Media y consejero delegado de Acciona) y, además, las emisoras públicas TV3 y Catalunya Ràdio.

¿Hasta qué punto los bancos mandan a los medios?

Existe una historia que ilustra cómo pueden llegar a ejercer presión sobre el periodismo los accionistas o las grandes empresas anunciantes en los medios.

En España, el papel de la banca en los medios de comunicación no es anecdótico. “Los bancos siempre han sido importantes para los medios, pero con la crisis se ha hecho un salto cualitativo: han pasado a ser sus dueños”( Pere Rusiñol, Papel mojado). El Grupo Prisa pasó de tener deudas con la banca a intercambiarlas por acciones que acabaron en manos de CaixaBank –actualmente con un peso irrelevante después de una ampliación de capital–, el HSBC y el Banco Santander; Unidad Editorial, propietaria de El Mundo, es del conglomerado italiano RCS. Vocento “estaba tan en la órbita del Banco Santander. El Grupo Godó “se ha fusionado, en la práctica, con CaixaBank y el diario catalán Ara tiene como accionista de referencia a la familia Rodés, “con una vinculación histórica con La Caixa. Incluso el fondo de inversión inmobiliario BlackRock, en el punto de mira de los movimientos por el derecho a la vivienda, tiene inversiones en medios de comunicación: un 4,8% de acciones de Mediaset, propietaria de las cadenas Tele5 y Cuatro.

(*) Extracto del artículo

Para leer el artículo completo: http://opcions.org/es/consumo/grandes-medios-comunicacion/

Ver también la SECCIÓN: MITJANS DE COMUNICACIÓ


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